martes, 7 de noviembre de 2017

La guerra de los mil años

Miras mi cara como si fuese un cacho de tierra
a conquistar, a labrar, a colonizar
como si yo hubiese elegido esta guerra
como si yo disfrutase de las granadas que arrancaron mis entrañas
Miras mis manos como si fuesen máquinas de matar
como si no fuesen a mi a quien estrangulan
como si te señalasen a ti y no a mi alma oscura
Miras mi boca como si fuese la cueva de una lengua viperina
como si no fuese a mi misma a quien escupe y lastima
como si estas ruinas en las que me he criado fuesen mi trono, mi corona, mi jardín de las delicias
Me miras como si fuese una eterna batalla entre la razón y la locura
y puede que de todas las mentiras sobre mi, esa sea la verdad absoluta
No soy una adulta, puede que tampoco una niña, a veces no sé ni si estoy aún viva,  pero hubo un tiempo en el que creí que podría acabar con esta matanza, pero sencillamente se evaporó, se marchó de tu mano un día.

martes, 12 de septiembre de 2017

Chupito de morfina

Me han anestesiado,
no sé cómo,
no sé cuándo,
puede que cuando tenía ocho años
no recuerdo el momento exacto.

Me han anestesiado,
ya no queda nada entre los dedos de mi mano,
la tormenta que tenía dentro se ha apagado
y echo de menos su llanto.

Me han anestesiado,
todo está oscuro en este cuarto,
sólo queda polvo en las esquinas
inundándolo todo a su paso.

Me han anestesiado,
me acompañan un puñado de pelusas,
se sientan conmigo en la mesa a la hora de cenar,
y preguntan; ¿dónde quedó tu sonrisa?
y contestan; se congeló en la nieve.

Me han anestesiado,
son las sombras las que acechan
una de ellas siempre tiene tu mueca,
la otra gruñe y me dice que ya no tengo apetito,
que debería no comer esta noche,
igual así por dentro me limpio,
pero siempre me enseña su otra cara
sonríe amable y me dice;
anda, no llores, te he traido chocolate,
come, come y revienta
¿qué otra cosa puedes hacer?

Me han anestesiado,
y el frío me ha rodeado
fuera el invierno está llegando,
dentro, jamás se ha marchado.