viernes, 9 de noviembre de 2012

El ojo de Moira

Hoy día corren tiempos a vuelos de gaviota, al menos a una se le ha quebrado el ala.
POR FIN el tribunal constitucional tuvo la decencia de reunirse tras 7 años de espera ante un recurso presentado por el partido popular: hay que abolir el matrimonio homosexual.

Al menos, casi una larga descada después, les podemos pasar la constitución por la cara alegando que ya tenemos derecho reconocido y amparado al matrimonio igualitario, o entre personas del mismo sexo como se prefiera.

Y si es matrimonio. Y no, no se le puede llamar de otra forma porque no sería la misma cosa.
Pese a que bajo otro nombre como "unión civil", etc. se amparasen las mismas cualidades y competencias, deberes y derechos no sería lo mismo. No sería igualdad. Se seguirían marcando diferencias y roles que distanciarían a la sociedad.

Hoy somos iguales ante la ley, la pena de todo esto es que algunos hemos tenido que esperar a ser legalizados.

Recordemos pues, con la alegría que podamos estar sintiendo, que los derechos (tanto de las mujeres como los lgtb) no se otorgan... SE RECUPERAN.

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